Febres murió, paradójicamente, el 10 de diciembre, en lo que se conoce como el Día de los Derechos Humanos por conmemorarse un nuevo aniversario de la Declaración de los Derechos del Hombre de Naciones Unidas. El año pasado para la misma fecha murió Pinochet en Chile ... una curiosa coincidencia.
Se encontraba en las instalaciones de prefectura, entre sus pares, en un encierro más cercano al de un apart que una prisión, recibía allí visitas y celebraba reuniones. En una de ellas, fue envenenado por personas cercanas a él. Esa es la causa que se investiga hoy en la justicia.
Pero Febres, era apenas un prefecto, aunque fuera el primer procesado por los crímenes cometidos en el centro de detención clandestino de la ESMA. Una resolución que siempre criticaron los organismos de derechos humanos y los querellantes que exigían que se juzgara conjuntamente a los más de 300 represores involucrados en los secuestros, torturas y desapariciones de los más de 5 mil detenidos - desaparecidos que pasaron por la Escuela Superior de Mecánica de la Armada.
Se lo juzgaba sólo por los tormentos inflingidos a 4 personas, habiéndose descartado la acusación por el homicidio de Raimundo Villaflor, ni siquiera se lo juzgaba por el secuestro de estas víctimas.
Fue conocido como el gordo Daniel o Selva porque reunía el salvajismo de todos los animales juntos según la ironía de otros represores que usaban nombres de guerra como el "Tigre" Acosta o el "Cuervo" Astiz, en esa fauna infernal que fue la ESMA. Era un torturador cruel, tal vez acomplejado al ser despreciado por los otros asesinos. Era el jefe del Sector 4, en el que funcionaban las salas de tortura.
Se encargaba de las embarazadas que estaban en la ESMA y él mismo sacaba a los niños nacidos en cautiverio del campo de concentración con destino desconocido.
Febres se llevó un montón de secretos con él, aclarar su muerte tal vez contribuya a disipar algunos.
JUICIO Y CASTIGO A TODOS LOS CULPABLES
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