El viernes pasado nuestro inestimable gobernador convocó a un Pacto Social contra la inseguridad, reunión a la que asistieron entre otros, el ex - ministro Juan Carlos Aguinaga y el hasta ahora su inseparable colaborador Carlos Rico Tejeiro.
Dentro del rimbombante repertorio que suele ser utilizado en ocasiones como esta, Jaque apeló a un truco que de por si ya es malo y que además particularmente a él, le sale espantoso, y se largó a hablar directamente a los delincuentes: “Nos están robando el futuro, cada uno de los delincuentes de Mendoza son nuestros enemigos”, "Los delincuentes son nuestros enemigos". "Estamos en una batalla" y terminó amenazando: “He ordenado a los ministros y secretarios poner el tema de la seguridad como el más importante. Todos tienen algo que hacer y lo van a hacer, porque si no lo hacen, pues se irán”.
Pero dentro de los claros gestos del ejecutivo provincial estuvo que su convocatoria no contempló para nada a ni a los organismos de derechos humanos de la provincia, ni siquiera a sus propios funcionarios 
de esa área, lo que motivó el alejamiento de éstos, después de los anuncios del Pacto que sólo recurrió al consenso con los poderosos de siempre.
Pocas voces se levantan en el nuevo consenso mendocino, que aspira a ser la nueva PAX ROMANA de un imperio inexistente pero imaginado por el establishment menduko: 300: la película del pacto por la seguridad
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