Campañas que circulan

Llegó a mi casilla un mail de una compañera que respeto, pero que no entiendo como se prendió en semejante estupidez.

Se trata de un supuesto artículo en un diario alemán Politik und Mitteilung (Política y Participación), de Hans Edelhausen, que habla de la situación de la Argentina como si se tratara del anuncio del apocalipsis. Lo notable es que la difusión que ha alcanzado se debe a la constante publicación en las páginas que reivindican el Terrorismo de Estado, del estilo "verdad completa"o "memoria completa", etc. Cuando uno busca en google tanto al traductor como al periodista y aparecen links de diarios, es necesario visitarlos para descubrir que se trata de cartas de lectores (La Nación, La Gaceta de Tucumán que cuelgan el mismo texto como en un juego de espejos repetido al infinito. Estas son algunas de las direcciones (muchas de las cuales también adhieren al lock-out agrario, siguiendo la teoría de la casualidad permanente del Carlo) en las que se puede ver el texto, si pueden reprimir la náusea, claro:

La Verdad, la Mentira y un poco de Retórica

La historia paralela, después de una columna de Cecilia Pando en un comentario de Oscar Portela

Ultimo Reducto, que es una página nazi

Del que hasta Periodismo de Verdad debió retractarse.

Y que Página 12 informó estuvo vinculada a una amenaza realizada el año pasado por un acto por el 24 de marzo en una escuela.

En ese marco se inscriben artículos como el de Beatriz Sarlo, que constituye una verdadera decepción, pero ahorrando espacio los remitimos a la magistral contestación de Feinmann, el bueno.

Obscenidades como la de Martín Caparrós, otro desventurado intelectual cada vez más devaluado, que anhelaba fuera un fake, en lugar de terminar inscripto en esta deleznable campaña de desestabilización.

Para no abundar en más detalles invitamos a dar una vuelta por el artículo de Nora Veiras donde se pone en evidencia que la tan elogiada autoconvocatoria no es tal y que los muchachos del campo, este campo sojero y garca y los de las cacerolas de Av. Alcorta tienen un tufillo indeseable.