jueves, 27 de marzo de 2008

El lock - out garca

"Por eso resulta un caso interesante para estudiosos de la sociología o de la psicología de masas el apoyo de una parte de la población a un lockout patronal que produce desa-bastecimiento. O sea, una disminución drástica de la oferta que provoca una fuerte alza de precios. Las cacerolas de la clase media y alta, con el acompañamiento de gran parte del mundo mediático, están reclamando, lo sepan o no, aumentos de precios de los alimentos. Argentina ya puede sumar así una cucarda más en su pecho para ratificar la categoría de campeón en el concurso mundial de país insólito. Es probable que ese incremento de precios no vaya a afectar en gran medida esos presupuestos familiares debido a que sus ingresos se ubican del medio para arriba de la pirámide. Pero tendrán un efecto contundente para asalariados y postergados."

El golpe inflacionario, Alfredo Zaiat

 

Los cortes organizados por las diversas entidades que nuclean al campo lleva ya 15 días, durante los cuales han desabastecido al mercado interno, distribuyéndose a lo largo y lo ancho del país 300 cortes, para ser más exactos.

image Es llamativo que nuestros medios de comunicación, lo que es un decir, porque se trata de empresas que nos venden noticias y opinión, hagan una diferencia tan notable cuando se trata de pobres y cuando se trata de ricos.

Los cortes piqueteros, de los pobres, de los que nada tienen son hostigados por la prensa de manera obsesiva en algunos casos. Lo sufrieron también los asambleístas de Gualeguaychú, cuando pasó el cuarto de hora en que para los medios era "políticamente correcto" apoyar los cortes, y empezaron automáticamente a cuestionar cada una de las acciones, como si las razones por las cuales se hacían se hubieran modificado "mágicamente" y Botnia ya no estuviera allí.

Es impresionante escuchar a algunos mendocinos que en el auge de los piquetes en Capital Federal hacían suya la causa antipiquetera, quejándose del daño que hacían estos piquetes distantes a 1000 km. como si fueran ellos los perjudicados. Ese es el poder de la prensa, que puede generar semejante confusión en un ser humano, hasta hacerlo perder completamente su identidad e inclusive defender intereses que le son verdaderamente opuestos.

Mientras cuando se trata de los ahorristas que pueden romper vidrios y tirar piedras, empujar y patotear, con la impunidad de pertenecer a las clases altas, o ahora "el campo", así en abstracto y ampliamente como si se trata de un espacio uniforme y en el que todo el mundo estuviera de acuerdo, el tratamiento es completamente diferente.

Hoy "el campo" está constituído para la prensa por los campesinos rubicundos y rozagantes como Carrió, que hablan campechanamente y ostentan esa bonachona mirada hacia el horizonte. Es bastante diferente a la realidad, "el campo" está constituído por empresas, pooles de siembra de soja, que desalojan campesinos y comunidades originarias del monte para arrasar con él y plantar más soja, desplazando producciones que abastecen al mercado interno.

Esta medida que aclaremos de una vez, no se trata de un paro, que es una medida de lucha obrera y popular, sino de un lock - out empresario, muestra una heterogeneidad extraña, la FAA se ha sumado como furgón de cola de los grupos concentrados y sojeros, que son los principalmente "perjudicados" por el aumento de las retenciones. El 70 % de la superficie plantada corresponde a soja, que en un 95 % se exporta. ¿Qué tienen que ver estos intereses con la clase media y alta porteña? Pues no es un misterio muy grande.

Recibimos por mail el esbozo organizativo de la actividad "espontánea" difundido por el SEPRIN, voz oficial de los servicios de inteligencia y la mano de obra desocupada, que demuestra acabadamente que la teoría del espontaneísmo es una gran mentira.

Y vimos la gente linda que hace los cacerolazos, que parece salida de un casting de reality. Es obvio que no apoyan al campo por amor a lo bucólico, sino porque finalmente el antikirchnerismo encontró una causa que parece entroncar con el famoso patria, familia y propiedad. Se trataba nada más y nada menos que de los hijos del campo, el nuevo niño argentino que sigue yendo por el mundo con la vaca atada, esta vez, con la soja bajo el brazo y el pie en el acelerador de la 4 x 4.

No hay comentarios:

Publicar un comentario